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jueves, 17 de octubre de 2013

OTRA VEZ SOPA O LA MALDICIÒN DE SÌSIFO
“Consequentely the world is ruled by fools, and the intelligent count  for nothing in the councils of the nations.”
Bertrand Russell(1)
 
El conflicto por la pastera del Rio Uruguay nació y se desarrolló a lo largo de la década  ganada. Nuestro país, donde la polución industrial campea sin reparos, acuso al Uruguay de contaminar el rio fronterizo y de violar el tratado bilateral. Ese fue el empujón que convirtió un reclamo ambiental en causa nacional.

Durante más de un lustro, piqueteros y funcionarios violaron leyes internacionales (tratado del Mercosur), nacionales y la Constitución Nacional. Todo parecía aceptable para una porción importante de la población argentina basada en un nacionalismo anacrónico y de bajo costo.
Así pues, después de años de hablar de la unidad latinoamericana, se patoteaba a nuestros vecinos, históricamente más ligados a nosotros. Es inaudito que nuestro gobierno, con la complacencia de no pocos conciudadanos, trate al Uruguay, en palabras de Sanguinetti (2), como a una provincia opositora.

A pesar de las advertencias de seguro fracaso, que hicimos algunos, se sometió la controversia al juicio de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya. El fallo, como era previsible, fue adverso a la Argentina aunque, por cierto, muy ilustrativo.
La sentencia fue publicada a fines de abril de 2010. Y, siguiendo las recomendaciones de cooperación, allí vertidas, se hicieron un par de reuniones. La primera en junio en Anchorena, Uruguay, y la segunda en Olivos, Argentina. En esta última se firmo un acuerdo Presidencial por el cual se establecían directivas “para la constitución y funcionamiento del Comité Científico creado en el seno de la CARU(3)…con el fin de monitorear al Rio Uruguay y todos los establecimientos industriales, agrícolas y centros urbanos que vuelcan sus efluentes al Rio Uruguay y sus áreas de influencia.” Y en un párrafo posterior se aclara: El monitoreo …comenzará con la planta de Botnia-UPM y la desembocadura del Rio Gualeguaychù  en el Rio Uruguay. Seguirá en Argentina con establecimiento o lugar a elección de la parte uruguaya. A partir de entonces, continuará alternativamente en uno y otro país(4).
 ¡El acuerdo era excelente! Parecía el inicio de un programa binacional, inédito en esta parte del mundo, que podría llevar a un manejo serio y científicamente fundado del rio Uruguay.

Ese nuevo clima sería confirmado, en un reportaje concedido al diario La República(5)el 22 de agosto de 2011, por  canciller argentino quien afirmaba: “El conflicto con Uruguay está enterrado. La relación es y será óptima.”
En consecuencia, la afirmación del escriba Verbitsky (6): “Uruguay pretende (hoy) mezclar el monitoreo de la planta ordenado en la sentencia de La Haya con la Desembocadura del Rio Gualeguachú en el Río Uruguay” es una nueva mentira de su cuño.
 
En realidad la CIJ, en el apartado 262 de la sentencia decía: (7)”La Corte es de la opinión que como parte de su obligación de preservar el medio acuático, las Partes tienen el deber de proteger la fauna y la flora del río. Las normas y medidas que tienen que adoptar bajo el art.41(8)deben también reflejar sus compromisos internacionales respecto de la biodiversidad y la protección del hábitat, en adición a los otros estándares sobre calidad del agua y descargas de efluentes. La Corte, sin embargo, no ha hallado suficiente evidencia para concluir que Uruguay ha violado su obligación de proteger y preservar el medio acuático incluido la protección de su fauna y flora. Las actuaciones muestran que no se ha establecido una clara vinculación entre las descargas de la planta Orión (Botnia) y la malformación de rotíferos, o la dioxina encontrada en el pez sábalo o en la grasa en las almejas registrados en el Programa de Vigilancia Ambiental del Río Uruguay  de Argentina.”                                                                                                                                
 
¡El gobierno argentino no pudo probar, entonces, que la planta contaminaba! ¿Podrá hacerlo ahora?
Además, en el apartado final, “la Corte puntualiza que el Estatuto de 1975, pone a las Partes bajo un deber de cooperar entre ellas, en los términos establecidos allí, para asegurar el cumplimiento de su objeto y fin. La obligación de cooperar trae aparejado monitoreo continuo de un establecimiento industrial, como la planta Orión (Botnia). En este sentido, la Corte observa que las Partes tienen una larga y efectiva tradición de cooperación y coordinación a través de la CARU. Actuando conjuntamente a través de la CARU, las Partes han establecido una real comunidad de intereses y derechos en el aprovechamiento del Río Uruguay y en la protección de su ambiente. También han coordinado sus acciones a través del mecanismo conjunto de la CARU, de conformidad con las disposiciones del Estatuto de 1975, y han hallado soluciones apropiadas a sus diferencias dentro de este marco sin sentir la necesidad de recurrir a la solución judicial de disputas prevé el art. 60 del Estatuto hasta que el presente caso fue incoado ante la Corte.”

Parecía que todo había quedado claro y que a raíz de ello se llegaba al Acuerdo de Olivos.  Desde entonces, entre el 20/06/2011 y 30/06/2013, se realizaron 25 monitoreas conjuntos de la planta UPM.

Las actividades se desarrollaron siguiendo las pautas establecidas en el Acuerdo y al finalizar cada monitoreo se firmó un acta entre la DINAMA (9) y el Comité Científico de la CARU. El ingreso a la planta de UPM, para colectar las muestras, se podía realizar hasta doce veces al año. Un juego de muestras era para la DINAMA, otro para el Comité Científico y otro se enviaba  a Canadá, a dos laboratorios contratados a sugerencia del Comité Científico. ¡Nada podría ser mejor!

 Si todo está bien, ¿porque tenemos a Timerpunk “ultimateando” al Uruguay?
El lector recordará que en los primeros tiempos se hablaba de las dioxinas y su capacidad cancerígena; de los compuestos clorados y su toxicidad y finalmente de los nonilfenoles. Pues bien, deberíamos suponer que los nuevos datos indubitables hubieran confirmado aquellas suposiciones. Pero no, por el contrario, se estableció que nada de aquello fue cierto.

Entonces, ¿què está pasando?

Los valores de los diversos parámetros controlados se comparan con la normativa de referencia(10). Sobre esa base los científicos uruguayos del Comité Científico llegan a la conclusión de que las emisiones de UPM están dentro de los parámetros permitidos. No obstante, los argentinos reclaman que la normativa se incumple para algunos: fosfatos, fenoles, en algún caso para níquel y/o cromo y finalmente la temperatura de los efluentes vertidos al rio. También en un par de controles se observa la presencia de endosulfán.

Los dos primeros fueron mencionados en la presentación ante la CIJ por lo cual vale la pena ver que se dice al respecto en su Sentencia. Empecemos por  la situación del FOSFORO (fosfatos).

En el apartado 240 se dice: “Existe acuerdo entre las Partes en que los niveles de fósforo total en el Rio Uruguay son altos.”  Esta concordancia existe hoy también la cantidad de fosfatos que están disueltos en el rio son muy superiores a las recomendables. La Corte continúa: “De acuerdo con Uruguay, la cantidad total de fósforo (natural y antropogénico) incorporado al río anualmente es de aproximadamente 19.000 toneladas, de las cuales la planta Orión (Botnia) contribuye con unas 15 toneladas (en 2008) o aún menos, como se esperaba para 2009. Estas cifras no han sido disputadas por Argentina durante el juicio. Uruguay sostiene además que ninguna violación de las disposiciones del Estatuto de 1975 puede ser alegada dado que las altas concentraciones de fósforo no pueden ser claramente atribuidas a la planta Orión (Botnia) como la fuente, y dado que no hay estándar para fósforo establecido por la CARU. Uruguay sostiene también que basado en los datos proporcionados por DINAMA comparados con los datos de línea de base compilados  por DINAMA, se puede demostrar que los niveles de fósforo total fueron generalmente bajos después de la puesta en funcionamiento, comparados con la línea de base de 2005-2006”.

En la actualidad la situación no ha cambiado respecto de la contribución de la planta de celulosa, aunque es posible que la cantidad de fósforo en el rio sea mayor por el aumento en el consumo de fertilizantes. Efectivamente, en la Argentina el consumo de fertilizantes se incrementó más de 10 veces entre 1990 y 2011 siendo, en este último año, de 3.7 millones de toneladas (nitrógeno y fósforo).

Siguiendo con la Sentencia del 2010 vemos,  en el apartado 242, que “la Corte desea hacer notar que CARU no ha adoptado un estándar de la calidad de agua relacionado con niveles de fósforo total y fosfatos en el río. Similarmente, Argentina no tiene estándares de calidad de agua para fósforo total…”

Finalmente, en el apartado 247, “La Corte considera que que la cantidad de descarga de fósforo total en el río que puede ser atribuida a la planta Orión (Botnia) es insignificante en términos proporcionales comparado con la cantidad global de fósforo total en el río de otras fuentes. Consecuentemente, la Corte concluye que el hecho de que el nivel de concentración de fósforo total en el río exceda los límites establecidos en la legislación uruguaya respecto de los estándares de calidad de agua no puede ser considerado una violación del art. 41 (a) del Estatuto de 1975 en vista del relativamente alto contenido de fósforo total en el río antes de la autorización de la planta…”
Si se fuera hoy a la CIJ con los argumentos exhibidos en el informe de la parte argentina (11) es seguro que recibirían un patadón. ¡No se puede creer! Pero, hay más.
Algo similar ocurre con las observaciones sobre FENOLES.  En efecto, en el apartado 252, “La Corte también desea notar que los datos de Uruguay indican que el estándar de calidad de agua está siendo excedido desde mucho antes de que la planta comenzará a funcionar. El Estudio de Impacto Acumulativo preparado en septiembre de 2006 por Econometrix para la CFI indica que se había encontrado que los fenoles frecuentemente excedían el estándar, estando los niveles más altos del lado argentino del río.”

Como en el caso del fósforo la Corte concluirá que “hay insuficiente evidencia para atribuir un incremento, si es que lo hubo, en el nivel de concentraciones de sustancias fenòlicas en el río al funcionamiento de la planta Orión (Botnia).”

En este punto es necesario explicar porque, con los mismos datos, el informe argentino dice que en todos los monitoreas el fósforo supero los limites y los fenoles se excedían en 11 de 27 muestreos. En tanto, los técnicos uruguayos dicen que en los efluentes de UPM los fenoles nunca superaron los límites establecidos y el fósforo los superó en dos décimas en la muestra del mes de noviembre de 2012. La causa de esta discrepancia es que Uruguay compara con los límites que le ha establecido a los efluentes de la planta y los argentinos con los niveles que debe tener el rio Uruguay. Esto último es incorrecto, diría tramposo por que los técnicos argentinos no pueden ignorar el error.
El efluente no debe afectar los niveles permitidos para el rio, sin embargo ello no requiere que la concentración en el caño de salida sea igual a la del rio. Afirmar eso es ignorar la dilución que se produce al mezclar ambos flujos. El caudal que sale de la planta es de 700 litros por segundo y el del rio es de 5 millones de litros en la misma unidad de tiempo. Ello implica que la concentración de fósforo o fenol que sale por el caño disminuye unas 40.000 veces es decir se DILUYE en esa proporción no modificando los niveles exigidos para el río.
Esta forma de presentar los datos puede servir para confundir a los neófitos pero los técnicos de La Haya se reirán en su cara.
Vale agregar que en el proceso para obtener celulosa no se utilizan fosfatos ni fenoles. Las cantidades insignificantes detectadas de estos últimos podrían provenir de la lignina de la madera después de haber sobrevivido al proceso y al tratamiento de efluentes. El fósforo también se obtiene de la madera. Las células tienen fosfolípidos en las membranas y nucleótidos, poli nucleótidos y ADN. Todas esas sustancias tienen fosfato en su composición.
No obstante las aguas del rio Uruguay, Paraná y afluentes tienen fosfato en exceso debido a la actividad agropecuaria. Los fosfatos y compuestos nitrogenados son fertilizantes imprescindibles en la agricultura moderna. Centenares de miles de toneladas se usan en  las zonas tributarias del rio Uruguay, desde el sur de Brasil hasta Argentina (los mayores usuarios) con una contribución menor de Uruguay. Agregamos que algunos detergentes también contienen fosfato en su composición.
El exceso de Nitrógeno/Fósforo en las aguas produce un fenómeno llamado  eutrofización. La abundancia de estas sustancias puede dar lugar a una exagerada proliferación de algas. Este suceso puede ser repentino produciendo lo que se llaman floraciones algales. En lagunas o cursos de poco caudal este fenómeno puede ser de tal intensidad que cubre la superficie en forma total. Ello impide la llegada de luz y consecuentemente la muerte y putrefacción de plantas del eco-sistema ocasionando una disminución del oxigeno disuelto en el agua y en consecuencia la muerte de peces.
Debido a la comparación incorrecta la parte argentina también erra con los límites de níquel y cromo. Por lo tanto, al menos esta vez no nos ocuparemos de ellos.
Vayamos al ENDOSULFAN. Aquí la situación raya en la comedia. Esta sustancia es un insecticida usado en la actividad agrícola. En el año 2011 se promovió la prohibición de su uso en muchos países. Uruguay estableció la prohibición de compra/venta ese mismo año. En cambio Argentina se comenzó a aplicar dicha prohibición a partir de julio de 2013. Es decir que la Argentina estaba usando endosulfán sin restricciones y la delegación de nuestro país hace un tema por haber hallado trazas en una pileta que colecciona agua de lluvia dentro de la planta. ¡Una ridiculez! Por supuesto, esa sustancia no se usa en la producción de celulosa.
Finalmente abordaremos la objeción del gobierno argentino sobre la temperatura de los efluentes.

Con el aumento de temperatura disminuye el oxigeno disuelto y en un punto la falta de oxigeno, como en la eutroficaciòn, puede provocar muerte de peces.

En el sistema de tratamiento de efluentes, de la planta de celulosa, hay una etapa de digestión biológica donde la temperatura no puede ser superior a 37°C. Cuando el efluente llega al rio lo hace a 32°C (según los datos obtenidos por el Comité Científico). La delegación argentina objeta esta temperatura argumentando que la temperatura media del rio Uruguay es de 20°C y por lo tanto la del efluente se excede.

Los autores del informe argentino parecen ignorar aquello que nuestros alumnos de primer año de Química conocen bien. Cuando se mezclan dos masas de agua a dos diferentes temperaturas se produce transferencia de calor de la más caliente a la más fría y la temperatura final depende de la diferencia inicial y de la diferencia entre las masas. Por lo tanto si mezclo 700 kilos a 37°con 5 millones de kilos a 20°C el aumento de temperatura en el rio será insignificante, en el orden de la milésima de grado.

Pero eso no es todo. Cabe preguntarse:¿Cómo se puede exigir  que los efluentes de UPM estén a 20° cuando la normativa de la provincia de Entre Ríos permite que se viertan efluentes a 45°? Igualmente Buenos Aires y Neuquén establecen en sus reglamentaciones el mismo límite. Y por último agrego que el estudio de impacto ambiental de la Central Termoeléctrica a Carbón Rio Turbio , Santa Cruz establece el límite de temperatura en 50°C. Aguas que se arrojan a un arroyo llamado Rio Turbio.

Por otra parte es bueno recordar que, desde el Delta del Paraná hasta la ciudad de La Plata, sobre la costa bonaerense, tenemos dos centrales atómicas y al menos tres centrales térmicas que vuelcan sus aguas de refrigeración al rio. ¿A qué temperatura?  

El lector habrá notado que el informe argentino no menciona los resultados obtenidos en la desembocadura del rio Gualeguaychú ignorando el Acuerdo de Olivos. Daremos algunos datos que son fidedignos aunque aún no sean públicamente conocidos en estas costas.
Como antes tenemos que tener en cuenta las concentraciones y los caudales vertidos al rio Uruguay. Con esa precaución vemos que pasa con el fósforo:
 
Caudal de agua
Litros/segundo
Concentración media
Total fósforo vertido por segundo al Rio Uruguay
UPM
696
0.79mg/l
544,31 mg/s
Rio Gualeguaychú
1.561.000
0.36mg/l
561.960,00 mg/s
Es decir, la cantidad de fósforo que ingresa al rio proveniente del rio Gualeguaychú es más de 100 veces superior la que arroja UPM. De la misma forma se puede calcular que la cantidad de fenoles que vierte Gualeguaychú es más de 200 veces mayor que la vertida por UPM. Es decir que para equiparar la contaminación producida por el Gualeguaychú se necesitan, al menos, 100 plantas como UPM.
 
Estos resultados son los que hacen injustificable la oposición al aumento de producción de UPM. Con los incrementos anunciados nada cambiaría en la salud del rio Uruguay. Los aumentos de producción fueron informados por Uruguay en tiempo y forma. Y una vez más debemos recalcar que el Estatuto del rio Uruguay no limita la soberanía de los países signatarios. Por lo cual, estos no tienen poder de veto.

No quiero terminar sin recordar que en el 2009 el presidente del INTI (12), basado en determinaciones realizadas por esa institución, afirmaba: ”Hasta el momento no apreciamos variación, ni a largo del tiempo, ni a lo largo del río, lo cual indicaría que la planta está controlando adecuadamente sus efluentes y que los controles uruguayos están funcionando.”

En estos días un senador de Entre Ríos(13), dando otra muestra del impúdico uso político de la farsa, ha afirmado: Si Artigas viviera se suicidaría al ver como lo traiciona José Mujica”. Esta afirmación me indujo a imaginar que habría dicho Artigas. Así que hurgando en la historia me encontré con una carta(14) que el Protector de los Pueblos Libres escribiera a quien sería Presidente de la República de Entre Ríos, Francisco Ramírez, y de la cual me pareció oportuno transcribir un párrafo:
 “…Vuestra señoría ha tenido la insolente altivez de detener en la Bajada los fusiles que remití a Corrientes. Este acto injustificable es propio solamente de aquel que habiéndose entregado en cuerpo y alma a la facción de los pueyrredonistas, procura ahora privar de sus armas a los pueblos libres para que no puedan defenderse del portugués. Esta es una de las pruebas más claras de la traición de vuestra señoría y de la perversidad que se ocultaba en la Convención de Pilar; y no es menor crimen haber hecho ese vil tratado sin haber obligado a Buenos Aires a que declarase la guerra a Portugal y entregase fuerzas suficientes para que el jefe supremo y Protector de los Pueblos Libres pudiese llevar a cabo esa guerra y arrojar del país al enemigo aborrecido que trata de conquistarlo. Esa es la peor y más horrorosa de las traiciones de vuestra señoría.”
BIBLIOGRAFIA
1.-Bertran Rusell, filósofo británico. Publicado en el Hearst Newspaper.
2.-Julio María Sanguinetti, expresidente del Uruguay.
3.-CARU, Comisión Administradora del Rio Uruguay
4.-Tomado del texto integral del Acuerdo firmado por Argentina y Uruguay para el Monitoreo Conjunto de la Pastera UPM y el río Uruguay.
5.-Diario La República de Montevideo.
6.-Diario Pagina12, 6 de octubre de 2013.
7.-Sentencia de la Corte internacional de Justicia sor el Caso de las Plantas de Celulosa sobre el rio Uruguay. Abril 2011.
8.-Se refiere al art.41 del Estatuto del Río Uruguay.
9.-DINAMA, Dirección Nacional de Medio Ambiente de Uruguay.
10.-Digesto sobre el Uso y Aprovechamiento del Río Uruguay (que reglamenta lo dispuesto por el Estatuto del Río Uruguay), y el Decreto 253/79 del Gobierno uruguayo y sus decretos ampliatorios.
11.-Informe elevado al Canciller por la delegación argentina de la CARU fechada 9 de octubre de 2013.
12.-Enrique Martínez, ex presidente del Instituto de Tecnología Industrial (INTI).
13.-Natalio Gerdau, senador provincial por Gualeguaychú.
14.-Carta de Artigas a Ramírez, de abril de 1820, Editorial Marcha, Montevideo, pag.185-186; en Norberto Galasso, Artigas y las masas populares en la Revolución, Cuadernos para la otra historia, 2000, Centro Cultural "Enrique Santos Discepolo.

martes, 22 de junio de 2010

SABALOS, JUICIOS Y MUCHEDUMBRES


¡Todos vosotros, sabios célebres, habéis servido al pueblo y a la superstición del pueblo, no a la verdad¡ Y por eso precisamente os han honrado.
F.Nietzsche, Así hablaba Zaratustra.

PRELUDIO

Al pergeñar la estructura de este ejercicio no tardé en advertir que, al querer hablar del fallo de la CIJ y analizar o, sin ser tan atrevido, comentar el fenómeno social, enfrentaba un terreno fangoso. No obstante, lo primero no podía evitarlo y lo segundo me producía una atracción fatal.

Para darme ánimos recordé las muchas veces que leyendo ciencias sociales me encontré con apelaciones a las “ciencias duras”. Algunas veces en forma sistemática como en el caso de la sociobiología[1] y otras con creatividad singular como con la biopolítica[2]. Además, es muy frecuente ver analogías con la física y la química [3]. Sin embargo, no debe considerarse lo que aquí se diga como un enfoque quimiosófico o socioquímico de la realidad sino, apenas como la visión de un estudiante crónico de química que, parafraseando a Nietzsche, es suficientemente humano.

Comenzaré recordando que han pasado cuatro años desde que el gobierno argentino considerara que la controversia -acerca de la interpretación o aplicación del Tratado y del Estatuto del Rio Uruguay- no podía solucionarse por negociaciones directas. Finalmente, las alegaciones argentinas fueron respondidas por la Corte Internacional de Justicia.

Unos treinta días después de la sentencia, el gobernador de Entre Rios afirmaría que la Asamblea Ciudadana manipula todo el enorme consenso que tiene la lucha ambiental y lo aplica a una medida puntual, impopular, injusta y sostenida por pocos como el bloqueo a una ruta internacional que vincula dos pueblos hermanos. Mucha agua había corrido bajo el puente Gral. San Martín desde que estalló el conflicto y nunca, durante los dos mil días de su duración, hubo autoridad argentina alguna que hiciera el mínimo esfuerzo para lograr una solución acordada. Por el contrario, desde el gobierno, y la oposición, se hizo lo posible por sostener política y/o económicamente a la ACAG[4]o en el mejor de los casos se optó por un ominoso silencio cómplice.

En noviembre de 1973, el General, disfrutando su tercera presidencia y apenas 7 meses antes de su muerte, visitaba Uruguay. Su presencia en la capital uruguaya se debía a la ceremonia por la firma del tratado del Rio de la Plata.

Inició su discurso diciendo: es muy profunda mi emoción ante un acto que concreta un hecho largamente esperado por ambas naciones. Para llegar a él, uruguayos y argentinos hemos debido recorrer un camino largo y difícil. Muy vivas están en la memoria aquellas jornadas de 1910, cuando Gonzalo Ramírez y Sáenz Peña protagonizaron en esta misma ciudad de Montevideo, con el protocolo del 5 de enero, la memorable puesta en ejecución de un instrumento que diera fin a innumerables controversias y equívocos entre nuestros dos países.” Y en el párrafo final afirmaba: “Un mismo cielo cubre nuestras dos orillas, su azul refleja en nuestro paisaje, en nuestras aguas y en nuestras banderas. Aceptemos ese simbólico abrazo de la naturaleza como un signo de fraternidad que nos convoca a la paz, al trabajo en común, a la prosperidad y a la felicidad de nuestros pueblos.
Dos años más tarde, durante el gobierno de su viuda, se suscribía entre ambos países el Estatuto del Rio Uruguay, como corolario del Tratado de Límites que había visto la luz en 1961. Esa cuestión había estado pendiente desde 1916 debido a que el acuerdo, firmado por entonces, no había recibido la ratificación de ninguno de los dos países. El compromiso, firmado por Frondizi, establecía los límites sobre las aguas, el aprovechamiento del rio para uso industrial y el régimen de navegación que determinaba que ésta sería libre para los buques de todas las banderas.

A lo largo de los últimos treinta años, desde la firma del Estatuto del Rio Uruguay, se construyeron la represa de Salto Grande y los puentes Artigas y San Martín. En las ciudades costeras o vecinas a las orillas del rio aparecieron industrias diversas o grupos de industrias (p.ej.: Parque Industrial de Gualeguaychú) y todo ello sin que se suscitara ningún conflicto y sin que jamás hubiera reclamos por violaciones al Estatuto ya que no hay constancias de que se presentaran los proyectos ante la CARU[5], como exige la norma. A ello hay que sumar la actividad agropecuaria que implica el uso de toneladas de fertilizantes, herbicidas y pesticidas y los residuos cloacales de 3 millones de personas vertidos al río. A pesar de todo, aún hoy, la contaminación del Río Uruguay es muy baja comparada con la del Rio de la Plata.

Lalo remaba a impulsos regulares y llegamos al Río de la Plata. Era un mañana magnífica y hacia el horizonte el río relucía con toda su belleza………….Saco bogas, patí, dorados, de todo. Para comer y para vender. ¿Se puede comer lo que saca de acá?, preguntaba el periodista. Depende, dice Lalo. Si cuando lo cocinás tiene mucho olor a kerosén, mejor no lo comas.”[6]

SENTENCIADOS

El fallo de la Corte se despliega a lo largo de las ochenta páginas del documento titulado: “Case concerning pulp mills on the river Uruguay” (Argentina vs. Uruguay) [7] . Por fortuna, un comunicado de prensa de la CIJ lo sintetiza y nos ayuda con el trabajo de extraer lo esencial de la sentencia.

En primer lugar la Corte se preocupa en aclarar cuál es el alcance de su jurisdicción haciendo notar que: The parties are in agreement that the Court´s jurisdiction is based on Article 36, paragraph 1, of the Court and Article 60, paragraph 1 of the 1975 Statute. Este ultimo dice: Toda controversia acerca de la interpretación o aplicación del Tratado y del Estatuto que no pudiere solucionarse por negociaciones directas, podrá ser sometida, por cualquiera de las Partes a la Corte Internacional de Justicia. Por lo tanto, la Corte, al analizar las alegaciones argentinas sostiene que sólo son atendibles aquellas que se encuentran contempladas en el Estatuto.

El párrafo precedente nos indica que todo reclamo que exceda lo establecido en aquel no corresponde que sea tratado por la Corte y por lo tanto, es improcedente reclamar por ello.

Para realizar el análisis de la demanda, la Corte divide las obligaciones, supuestamente incumplidas, en procedural obligations y sustantive obligations y comienza por examinar las primeras.

El Estatuto de 1975 impone a la Parte que estuviera planeando ciertas actividades, descriptas en su art.7[8] , primer parágrafo, las obligaciones de procedimiento cuyo contenido, interrelación y límites de tiempo están especificadas en los artículos del 7 al 12. Esto abarca lo que podríamos denominar el período de consulta y negociación y que no podía extenderse más de 180 días.

Uruguay no comunicó a través de la CARU el proyecto que planeaba y esto significó, según la Corte, un incumplimiento de los términos del tratado. No obstante, hubo negociaciones: un acuerdo de cancilleres y la creación del GTAN[9] . Sin embargo, estos pasos fueron dados sin seguir el procedimiento establecido en el Estatuto y no pueden reemplazar a las obligaciones de procedimiento excepto que hubiera mutuo consentimiento. Lo hubo, pero al presentar la demanda Argentina negaba, ante la Corte, su consentimiento.

Durante esta etapa las obras podían suspenderse pero, una vez concluidas las negociaciones y elevado el reclamo a la Corte, ya no. Por ello, la Corte taxativamente afirma que: cannot uphold the interpretation of Article 9 according to which any construction is prohibited until the Court has given its ruling pursuant to Articles 12 and 60. El artículo 12 da la posibilidad de acudir a la Corte pero no obliga. Por lo tanto la Corte considera que aquel no implica la alteración de derechos y obligaciones de las Partes. En consecuencia, la Corte entiende que ello incluye el derecho de implementar el proyecto bajo la responsabilidad de la parte, desde el momento en que el período de negociaciones hubiera terminado.
Sin duda, nuestro gobierno no debió haber despreciado las negociaciones, aunque aquellas no hubieran comenzado adecuadamente, debió esforzarse en un proceso de cooperación reencauzando el conflicto. Sin embargo, sin habilidad para manejar el fenómeno social o especulando con beneficios políticos embarcó al país en un juicio internacional que podía ser desfavorable, como lo fue.

Antes de analizar las obligaciones sustantivas para la protección del ambiente, según lo establece el Estatuto en su artículo 41, la Corte aborda previamente dos aspectos: la carga de la prueba y la evidencia de los expertos.

Para comenzar, la Corte considera que, de acuerdo con el bien establecido principio de onus probando incumbit actori, es obligación de la Parte que asegura ciertos hechos probar su existencia. Este principio ha sido consistentemente sostenido por la Corte en diversos conflictos[10]. Asi que teniendo en cuenta el argumento presentado por Argentina sobre la inversión de la prueba, la Corte observa que no hay nada en el Estatuto que avale ese criterio.

El documento sigue con el reclamo de que las plantaciones (de eucaliptos) en Uruguay podrían perturbar las aguas subterráneas, el régimen del Rio y la calidad de sus aguas (Art.35 del Estatuto)[11] y aquí la Corte observa que Argentina "has not provided any evidence to suppot its contention".
Seguidamente, ante la acusación de que Uruguay habría incumplido el articulo 36 del Estatuto, el cual obliga a las Partes a coordinar a través de la CARU las medidas necesarias para evitar el cambio del balance ecológico del rio, la Corte entiende que Argentina “has not convincingly demonstrate that Uruguay has refuse to engage in such co-ordination as envisaged by Article 36 in breach of that provision.”

A continuación la Corte analiza minuciosamente, a lo largo de muchas páginas, todos los aspectos relacionados con la probable contaminación originada en el funcionamiento de la planta. En ese sentido la Corte encuentra que, desde el punto de vista de la tecnología empleada y basada en los documentos provistos por las partes -particularmente sobre IPPC-BAT[12] - que no hay evidencia para apoyar el reclamo Argentino de que Botnia no cumple con las BATs en términos de las descargas de efluentes por cada tonelada de pulpa producida.

El documento prosigue con la valoración de “las pruebas de alteración del rio” debidas a la planta de celulosa: déficit de oxígeno disuelto[13] , exceso de fosforo, presencia de sustancias fenólicas, de nonilfenol[14] y de dioxinas y furanos y los efectos sobre la biodiversidad.

Vale la pena detenerse en lo que la Corte dice sobre el asunto de las dioxinas y los furanos. ¿Quién no recuerda las temibles amenazas que se cernían sobre los niños de Gualeguaychú debido las terribles dioxinas?

En el fallo se recoge que: Argentina ha alegado que mientras la concentración de dioxinas y furanos en la superficie de los sedimentos (del rio) es generalmente muy baja, los datos obtenidos demostraron que hay una tendencia creciente comparada con los datos compilados por Botnia antes de su funcionamiento. Argentina no reclama por una violación de los estándares, pero se apoya en a sample of sábalo fish tested by its monitoring team, el cuál muestra que un pez presentaba elevados niveles de dioxinas y furanos….
Según parece el pobre sábalo se habría dedicado a comer dioxinas del desague de Botnia. Aquí vino a mi memoria, que la CARU[15] , en su análisis sobre Reproducción y Reclutamiento de Peces Migratorios que se reproducen en el río Uruguay bajo y medio, incluía al P Lineatus (a) Sábalo,. Y que las investigaciones sobre marcación de peces, en el bajo río Uruguay, muestran superposición con los de las pesquerías de sábalo del Río de la Plata[16]. Tal vez, era uno de aquellos peces que Lalo devolvía al rio por su fuerte olor a kerosene.

La Corte determina que no existen evidencias concluyentes, en los registros presentados, de que Uruguay no haya actuado con el requerido grado de debida diligencia o que las descargas de efluentes de Botnia tengan efectos deletéreos o causen daño a los recursos vivientes o a la calidad del agua o al balance ecológico del río desde que comenzara sus actividades.

Finalmente la Corte declara que Uruguay no ha incumplido sus obligaciones sustantivas para la protección del ambiente, de acuerdo con lo establecido en el Estatuto, al autorizar la construcción y funcionamiento de Botnia.

Además, la Corte es de la opinión de que ambas Partes tienen la obligación de posibilitar a la CARU, como herramienta común, ejercitar su función de monitorear la calidad de las aguas del rio y controlar el impacto de Botnia sobre el ambiente acuático. Uruguay, por su parte, tiene la obligación de continuar monitoreando la operación de la planta y asegurar que Botnia cumpla con las regulaciones domésticas y con los estándares de la CARU[17]. Es claro que la Corte ni siquiera sugiere que Argentina tenga derecho a controlar la planta instalada en territorio uruguayo. No podría hacerlo, puesto que el Estatuto no habilita ninguna violación de soberanía.

Esperemos que una pizca de sensatez logre que se encarrilen las negociaciones y comience cuanto antes un amplio programa de control del rio en toda su extensión. La concreción de un programa permanente, sostenido y serio, se convertiría en el primer gran emprendimiento de protección del ambiente realizado en cooperación por dos países latinoamericanos.

MUCHEDUMBRES

Mirando hacia atrás y, además, observando lo que aún hoy ocurre no puedo evitar pensar en que el esfuerzo realizado por algunos, para llegar a la verdad técnica y científica y desde allí encontrar los caminos para un tratamiento racional del problema, han sido parcialmente inútiles.

Aunque pudiera creerse otra cosa, todo este asunto ha sido, y es, sobre política y no resulta extraño que se pensara que al empeñarse en una visión “científica” se era demasiado racional e ingenuo y, por lo tanto, se navegaba contra la corriente. Por cierto, no es ésta una observación novedosa. Efectivamente, hace alrededor de cinco siglos Erasmo[18] escribía: … como nada hay en el mundo que no esté lleno de necedad, y hecho por necios y para necios, yo aconsejaría a aquel que pretendiera ir contra la corriente que, imitando a Timón el misántropo, se vaya a un desierto, y allí solo podrá refocilarse con su sabiduría.
La transmisión por TV[19] , en directo, de la reunión donde se discutía el levantamiento del “corte de la ruta nacional 136” no es un hecho extravagante, es, simplemente, la confirmación de la atención que esta historia ha merecido por parte de la prensa y la política. Movimientos “ambientalistas” de similar factura existieron y existen en muchos lugares del país. Algunos de los cuales fueron exitosos como el de Esquel[20], donde después de un plebiscito lograron impedir la instalación de una mina de oro en la región. Sin embargo, ninguno de ellos logró escalar al nivel de “causa nacional” como el protagonizado por la ACAG. ¿Cuál fue la singularidad que convirtió a los tranquilos habitantes de un pueblo entrerriano en el centro de la atención pública y por tanto tiempo?

Desde el interior de la ACAG, y desde la visión de algunos “intelectuales”, el rasgo destacable del movimiento ha sido su horizontalidad y la carencia de líderes. Sin embargo, este no es un atributo distintivo, por el contrario, es una característica común a infinidad de movimientos similares.

La decadencia de los movimientos ideológicos de masas ha sido un fenómeno global acompañado por el aumento de las asociaciones de tiempo libre[21](leisure organizations). Estas se expandieron en Europa y USA durante los 1960s y los 1970s.
El surgimiento de tales organizaciones depende del crecimiento del número de ciudadanos con suficiente tiempo libre y con ingresos superiores a los necesarios para saciar el hambre de su familia. Tales rasgos son propios de la ACAG que está formada por ciudadanos de clase media (Empresarios, profesionales, comerciantes, jubilados, etc)[22] .

Semejantes asociaciones, pequeñas y ágiles, atienden mucho mejor, que los grandes movimientos de masas, las necesidades y deseos de ciertos grupos sociales. No obstante, la fragmentación eleva las tensiones sobre el contrato social, al poblar el espacio de convivencia con reclamos que no consideran el interés común.

Aunque no se han hallado genes que determinen el comportamiento social, parece haber evidencia, se afirma, para avalar la conclusión de que las diferencias en las conductas colectivas que existen entre diversas especies animales son hereditarias. [23]. Podríamos agregar que, probablemente, el hombre de hoy es aquel sencillo cazador tribal que está haciendo todo lo posible por llevar airosa y orgullosamente sus nuevos jaeces; pero estos son vestiduras complejas y embarazosas, y no deja de tropezar con ellas[24]. Lo que D.Morris nos dice es que la biología del hombre actual es la misma que la de esos cazadores-recolectores y que su vida natural es la tribal, con todos sus atributos. Los grandes conglomerados humanos son, entonces, como supertribus, con superjefes y supersubordinados que suelen ser más sumisos que el más rastrero de los monos[25].

Por cierto, pertenecemos a una categoría de animales conocida por los zoólogos como “gregarios obligados”, lo que significa que no tenemos otra opción que mantenernos unidos. De allí, que el temor al ostracismo aceche en las esquinas de toda mente humana: ser expulsado es lo peor que puede sucedernos.

Sin duda, la evolución ha implantado en nosotros la necesidad de pertenecer y ser aceptado[26]. Sin embargo, la empatía es frágil, según de Waal. Quien agrega que nuestro diseño evolutivo dificulta la identificación con los foráneos. Hemos sido diseñados para aborrecer a nuestros enemigos. Y las comparaciones entre humanos, chimpancés y bonobos muestran que las tres especies afrontan dilemas similares y deben superar contradicciones en pugna por el rango, los apareamientos y los recursos. Podemos decir que en todo grupo organizado de mamíferos, cualquiera que sea el grado de cooperatividad que en el exista, se halla siempre presente una lucha por la dominación social[27].

En definitiva, en palabras de Russell, el hombre natural piensa bien de los miembros de su propia tribu excepto cuando tiene alguna razón especial para pelearse con ellos, pero piensa mal de todas las demás tribus excepto, precariamente, cuando hay una alianza contra un enemigo común[28].

Como se desprende de lo dicho, la tensión de status (la lucha por el poder) es una condición general que se puede desactivar sólo cuando la cohesión interna se intensifica frente a la amenaza exterior.

En una visión actualizada y política[29]el fenómeno, denominado etnocentrismo, se define como la tendencia que tienen los humanos a dividir a la humanidad en dos grupos: ellos y nosotros. En plena coincidencia con las observaciones de D. Morris.

De acuerdo con Sandole (ref.29), es claro que el aprendizaje, la cultura y otras influencias ambientales pueden impactar significativamente sobre a quién se define como amenazante y sobre cómo se responde ante ello. No obstante, la predisposición biológica de bifurcar a los miembros de la especie entre ellos y nosotros está lista para interactuar con la cultura y crear ciertas “historias”, ciertas “disputas territoriales” que se convierten en las bases de un conflicto violento en espiral, pudiendo llegar a límites extremos (Guerras, limpieza étnica genocida, etc).

Según V.Palermo[30] en el nacionalismo territorialista argentino sobrevuela una cierta idea de que la nacionalidad uruguaya es una concesión a circunstancias históricas que, aunque irreversible, no debería ser tomada del todo en serio. Y continúa, más adelante, afirmando que fue el territorialismo, el unanimismo, la fe en el potencial regenerativo de una causa nacional y muy especialmente la noción victimista del despojo los que estructuraron la acción colectiva contra las papeleras en los distintos planos: vecinos, gobiernos local, provincial y federal.
Esos antecedentes sumados a la creación del imperialismo finés configuraron el cuadro apto para sostener la escalada, sólidamente sustentada, además, por la prensa y la política nacional. Especialmente teatral fue la puesta en escena del supermacho alfa, mostrando su pericia en el arte de la realpolitik[31] , durante la proclamación de la “causa nacional” en el coliseo local, el corsodromo de Gualeguaychú.

En consecuencia, no es cierto que la ACAG no tuviera dirigentes[32]. En su apología del conflicto V.Toller destaca la elite dirigente que se conserva desde el principio hasta el presente. Siempre hubo conflictos internos por el poder. Sin embargo, la presencia del enemigo hostil atenuó las controversias y redujo a la sumisión al resto de la población recreando, en forma sui generis, el mito de Fuenteovejuna.

Por último, conviene destacar que, además, los fundamentos de la causa, la supuesta contaminación que “acabaría con la vida” era falsa, como lo sentencia la CIJ. Este comportamiento tampoco es exclusivo de la ACAG.

Hace casi diez años A. Dobson[33], un reconocido militante “verde”, describía y analizaba la ideología ecologista. Afirmaba, entonces, que una presentación del ecologismo no estaría completa sin una apropiada dosis (generalmente pesada) de advertencias pesimistas (doom and gloom). Y continuaba diciendo que: Los ecologistas invariablemente proclaman las terribles consecuencias que resultarán si sus advertencias no son apreciadas y sus recomendaciones ignoradas. Según su opinión, el uso por los verdes radicales de un consistente tono apocalíptico es típico de esa ideología y el movimiento se ha apoyado demasiado fuertemente en ese tipo de proyecciones con el propósito de galvanizar a la gente y empujarla a la acción.
Es posible que muchos se sintieran indignados por la amenaza foránea, pero, Nietzsche nos alerta que: Nadie, nadie miente tanto como el que está indignado. Por otra parte, quizás, no todos mintieran deliberadamente, y podrán ser exculpados. No obstante, ahora Nietzsche se preguntaría: Si somos engañados, ¿no somos precisamente por eso también engañadores?, ¿no nos es inevitable ser también engañadores?
EPILOGO

Como aquel rabí de Praga[34] el gobierno dio vida al golem con la esperanza de usarlo para defender a los suyos. Pero, la violencia destructiva del golem no se puede controlar: agrede a sus enemigos, pero también se vuelve indiscriminadamente en contra suya, de modo que el rabino se ve obligado a convertirlo nuevamente en barro.

Durante cuatro años se consintió la violación de la constitución y las leyes con la argucia de que no se quería reprimir. Reprimir, ¿porqué? Si en una democracia republicana la garantía del cumplimiento de la ley es la justicia y el poder administrador debe arbitrar los métodos adecuados para garantizar el cumplimiento de las sentencias. Finalmente, el mismo poder que consintió la violación de la ley reclama hoy su aplicación.





En la hora de angustia y de luz vaga,
en su Golem los ojos detenía.
¿Quién nos dirá las cosas que sentía
Dios, al mirar a su rabino en Praga?
J.L.Borges

Referencias


1.-The Triumph of Sociopolitics por John Alcock. Oxford press 2001.
2.-Ensayos sobre Biopolítica. G.Giorgi y F.Rodriguez (compiladores). Ed.Paidós.
3.-En Humano, demasiado humano, F.Nietzsche habla de la Quimica de las ideas y los sentimientos.
4.-Asamblea Ciudadana Ambiental de Gualeguaychú
5.-Comisión Administradora del Rio Uruguay. Organismo mixto creado por el Estatuto del Rio Uruguay de 1975.
6.-La Contaminación Sigue entre Nosotros. Por Antonio E.Brailovsky. Publicado en www.estrucplan.com.ar el 8/6/2006.
7.-Ver documento completo en www.icj-cij.org
8.-Art.7: La Parte que proyecte la construcción de nuevos canales, la modificación o alteración significativa de los ya existentes o la realización de cualesquiera otras obras de entidad suficiente para afectar la navegación, el régimen del Rio o la calidad de sus aguas, deberá comunicarlo a la Comisión, la cual determinará sumariamente, y en el plazo máximo de treinta días, si el proyecto puede producir perjuicio sensible a la otra Parte.
9.-Grupo de Trabajo de Alto Nivel.
10.-Ver detalles en el fallo completo.
11.-Conviene recordar que en las provincias de Entre Ríos, Corrientes y Misiones existen enormes extensiones de plantaciones de árboles.
12.-Integrated Pollution Prevention and Control Reference Documento-Best Available Techniques in the Pulp and Paper Industry of the European Commission.
13.-La mayoría de estos datos han sido analizados críticamente por el Dr.O.N.Ventura y publicados en www.lascosasdenestor.blogspot.com
14.-Sobre los nonilfenoles y las dioxinas he escrito un par de artículos que pueden verse en www.profefeliz.blogspot.com
15.-www.caru.org.ur
16.-En un articulo publicado en el Diario Hoy de La Plata (2006), el Dr. J.C.Colombo (perito ante La Haya) afirmaba:”Altas concentraciones de bifenilos policlorados se han vuelto a encontrar en sábalos de nuestras costas…La franja comprendida entre Quilmes y Berisso fue declarada la más crítica…” Por otra parte, en el mismo artículo, el biólogo M.Remes Lenicov(Director de Desarrollo Pesquero de la Pcia.Bs.As.), decía:” los sábalos tienen un cóctel de diversas sustancias. Los niveles de bifenilos policlorados exceden los recomendados para el consumo humano.”
17.-Ver párrafo 261 de la sentencia de la CIJ.
18.-Erasmo de Roterdan. La cita proviene de su opúsculo publicado en 1509 con el título STULTITIAE LAUS y usualmente conocido como El Elogio de la Locura.
19.-Asamblea realizada el jueves 16 de junio de 2010.
20.-Además del movimiento de Esquel, ha habido otros contra la mina del Veladero, Famatina, etc.
21-The Rise and Fall of Popular Mass Movements: Organizational Change and Globalization-the Norwegian Case. T.Tranvik and P.Selle. Acta Sociológica 50(1)[2007]57-70
22.-De Gualeguaychú a La Haya: medio ambiente, protesta vecinal y política externa en Argentina. Ricardo A.Gutierrez. USAM-CONICET.
23.-Ver ref.1
24.-El Zoo humano por Desmond Morris. Ed.Plaza & Janes, SA.
25.-Ver ref.24
26.-El mono que llevamos dentro por Frans de Waal. Ed.Tusquets.
Ver ref.24
27.-Sociedad humana, ética y política. Bertrand Russell. Ed. Altaya.
Dennis J.D.Sandole, Complexity and Conflict resolution. Cap.3 of Complexity in World Politics. Ed.N.E.Harrison.
28.-Del Otro Lado del Rio. Compiladores Vicente Palermo y Carlos Reboratti. Ed. Edhasa(2006). Este es un libro que reúne una variedad de artículos sobre ambientalismo y política entre uruguayos y argentinos de lectura obligada para quien se interese en el conflicto.
29.-Realpolitik es el tradicional paradigma de poder gobernante que, en su m{as virulenta forma, se manifiesta en una dictadura doméstica y en el terreno internacional como imperialismo. Ver ref.27.
30.-Daños Colaterales. Papeleras, contaminación y resistencia en el río Uruguay. Por Verónica Toller (Periodista del Dia de Gualeguaychú).
31.-Green Political Thought by Andrew Dobson. Ed.Routledge, 4ta ed. 2007.
32.-La Cabala y su simbolismo, por Gershom Scholem. Ed.Siglo XXI. En Multitud, de M.Hardt y A.Negri, hay una amplia referencia al mito del Golem.

martes, 18 de septiembre de 2007

EL RIESGO AMBIENTAL EN LA PRODUCCION DE CELULOSA

Escrito por MRF en abril de 2007, en la ciudad de La Plata.

Este articulo ha sido publicado en el número 356 de Industria & Química, publicación de la Asociación Química Argentina.





“Et tanto quis doctior erit, quanto se sciverit magis ignorantem”
De docta ignorantia
Nicolas de Cusa, 1440.

IntroducciónDesde mediados de la década del 80, los movimientos sociales ambientalistas han tenido, en los países de la OECD[1], una profunda influencia sobre la industria de la producción de celulosa y papel[2]. Tanto es así, que se puede afirmar que no ha habido otra industria tan profundamente afectada, en tan corto tiempo y en tan amplia escala geográfica. En unos pocos años, el “estado del arte” en la producción de celulosa ha convertido a esta industria en una actividad mucho más amigable con el ambiente. Los productores alrededor del mundo han invertido billones de dólares en la adopción de nuevas tecnologías, en la modificación de algunas viejas y en el desarrollo de innovaciones locales, con el propósito de responder a las crecientes demandas ambientales, a las expectativas ciudadanas y a las regulaciones gubernamentales. Adicionalmente, millones de dólares se han destinado a la investigación y el desarrollo de nuevos procesos y tecnologías para la industria[3].
La producción de celulosa se incrementa desde hace años en respuesta a una demanda en aumento, impulsada por el crecimiento sostenido de la economía mundial. A los grandes productores de pasta (USA, Canadá, Finlandia, Suecia) se han ido sumando países como Brasil, Chile, Nueva Zelandia y Australia. La Argentina y Uruguay son potenciales nuevos participantes de esta industria en expansión. Sin embargo, el conflicto generado por la instalación de la planta en Fray Bentos pone en riesgo las importantes inversiones que podrían realizarse en la región y perjudica, en el caso argentino, el desarrollo de provincias forestales como Corrientes, Misiones y Entre Ríos.
El autor de este trabajo no está vinculado, en ninguna forma, con la industria forestal. No obstante, ha creído necesario escribir este nuevo trabajo de divulgación[4] con el propósito de ayudar al conocimiento de algunos aspectos técnicos de la producción de celulosa, muy meneados como posibles causantes de daños a la salud de las personas o del deterioro del ecosistema del río Uruguay.
Dados el desconocimiento o la superficialidad conque la química de los procesos de pulpado y blanqueado, llevados a cabo en las plantas de última generación, ha sido tratada y de cómo las posibles consecuencias ambientales han sido distorsionadas, se expone aquí la información disponible sobre los aspectos más relevantes, en la forma más detallada posible, pero sin abandonar el objetivo de divulgación del presente artículo. No obstante, si el lector estuviera interesado en otros aspectos no tratados aquí, puede recurrir a la abundante bibliografía existente.

EL PROCESO DE PULPADOLos procesos para convertir la madera en pulpa se pueden dividir en tres categorías: mecánicos, semi-químicos y químicos. El proceso de pulpado kraft (sulfato)[5] forma parte de los últimos. En este caso la digestión de los chips de madera se hace en un licor blanco que contiene agua, HONa (soda cáustica) y Na2S (sulfuro de sodio). Las fibras son “cocidas”, durante 1 a 3 horas, a una temperatura de alrededor de 170 0C. Luego la pulpa (celulosa y lignina) se separa del licor negro (llamado así por el color que adquiere la solución durante la cocción), se lava y posteriormente se procede al blanqueado.
El licor negro se mezcla con el agua de lavado (constituyendo el licor negro débil) y luego se somete a evaporación en varias etapas, llevándolo desde un contenido de 20% de materia sólida seca (los reactivos usados, la materia orgánica proveniente de la madera que no se fue con la pasta) hasta un contenido de 75% de materia sólida seca[6]. El licor negro concentrado se quema en una caldera de recuperación (con la combustión de las sustancias orgánicas se produce calor y energía eléctrica). Ver figura 1.
Figura 1

En el fondo de la caldera de recuperación quedan sólidos fundidos que se redisuelven y forman el licor verde. Posteriormente, se agrega CaO, separando el CaCO3 precipitado del sobrenadante. Este licor blanco contiene HONa y Na2S disueltos, que se recuperan para su uso en la cocción.
Como se ve, una gran parte de la materia orgánica proveniente de la madera es retenida en la filtración del licor negro o eliminada, por combustión, en la caldera de recuperación.
Todos los compuestos volátiles (el sulfuro de hidrógeno (H2S), el metil mercaptan (CH3SH) y los sulfuros de metilo (CH3)2S y ((CH3)2S2), cuando la concentración es alta, son colectados y quemados con aire caliente (oxidación). Para retener volátiles de baja concentración se utilizan adsorbedores de carbón activado. Los gases oxidados (SO2) son retenidos en, “scrubbers”, lavadores de gases. Todas las partículas (cenizas, polvos de Na2SO4 y Na2CO3) son atrapados en precipitadores electrostáticos[7].
Por otra parte, los líquidos sobrantes, en las etapas mencionadas en los párrafos precedentes, son derivados hacia el sistema de tratamiento de efluentes líquidos que describiremos más adelante.

PROCESO DE BLANQUEADO
La pasta obtenida durante el pulpado está formada fundamentalmente por celulosa, hemicelulosa y lignina. Es este último polímero el que da a la pasta el color pardo típico. Con esta pulpa se fabrica, por ejemplo, cartón corrugado y papeles color “madera”. La lignina no sólo provee los cromóforos que dan color al producto sino que disminuye la calidad del papel y otros productos fabricados con celulosa (pañales, tampones, etc).
El proceso de blanqueado consiste en la eliminación de la hemicelulosa y en la más profunda deslignificación, produciendo el mínimo daño físico a la fibra de celulosa. No destruir la fibra es muy importante porque el mejor papel se produce con fibras largas y del más alto brillo.
El cloro gaseoso (Cl2) ha sido tradicionalmente usado como agente blanqueador por sus propiedades electrofílicas y su poder oxidante. Desafortunadamente, tales características tienen efectos adversos en el ambiente[8].
En la figura 2 se muestra la estructura de la lignina. Esta es un polímero de estructura no definida que contiene diversos grupos cromóforos. De allí proviene el color café de la pasta no blanqueada.
Figura 2

LIGNINA

Durante el proceso de blanqueado, con Cl2 gaseoso, se producen compuestos orgánicos clorados, entre ellos dioxinas y furanos policlorados. El principal mecanismo de formación de los 2,3,7,8-TCDD/F es la substitución electrófílica aromática de las moléculas precursoras, dibenzo-p-dioxina (DBD) y dibenzofurano (DBF). Es decir algunos átomos de hidrógeno del anillo son reemplazados por átomos de cloro.
Figura 3


2,3,7,8-tetraclorodibenzo-p-dioxina

Esos precursores pueden estar en la madera o ser introducidos en la pulpa sin blanquear por fuentes extrañas como los antiespumantes[9].
En el esquema 1 puede verse el mecanismo de acción del cloro elemental sobre la lignina.
Esquema 1




Uno de los cambios más importantes introducidos en el proceso de blanqueado[10] de la celulosa fue la substitución del Cl2 por ClO2 (dióxido de cloro). Tal modificación fue esencial en la reducción de la cantidad y en el tipo de organoclorados formados y produjo la desaparición de dioxinas y furanos tetraclorados de los efluentes[11].
El ClO2 es usado como agente blanqueador para textiles, harinas, cueros, aceites, cera de abeja y, desde luego, celulosa. Aunque, también se utiliza en la purificación del agua (en reemplazo del Cl2) y como bactericida y antiséptico.
El dióxido de cloro en fase gaseosa, existe en dos formas isoméricas[12]:

O-Cl-O = Cl-O-O Calor de Reacción = -3 kcal/mol

El ClO2 es 10 veces más soluble que el Cl2 en agua. A pesar de que el gas a presiones altas es inestable, sus soluciones son estables por varios días. Es una especie radical (tiene un electrón desapareado) cuya única forma detectada en agua es el O-Cl-O. Sin embargo, irradiándolo con luz de longitud de onda de entre 230 y 440 nm, el 90% se disocia en ClO + O (la mayor parte recombina regenerando O-Cl-O). Mientras tanto, el otro 10% isomeriza durante la fotólisis para generar el peróxido Cl-O-O, el cual rápidamente descompone para dar Cl y O2.
El manejo del ClO2 a presiones parciales de 50 Torr (1Torr = 1 mmHg) en mezclas con aire es completamente seguro[13]. Su producción industrial se basa en el proceso denominado R2 que consiste en la reducción del Na2ClO3 por NaCl en soluciones de H2SO4. No obstante, para minimizar riesgos de transporte, se produce in situ. A pesar de su potencial peligrosidad[14], la exposición de los operarios (u otras personas) a su contacto, en las plantas de celulosa modernas, es improbable[15].
En el siguiente esquema 2[16] se describen las reacciones químicas inorgánicas más importantes del sistema con dióxido de cloro. En él se aprecia la importancia que, la concentración y el pH, tienen en la creación de las mejores condiciones experimentales, para lograr la mayor eficiencia de blanqueado (oxidación de la liginina) y la mínima generación de especies clorantes.
Esquema 2

Como se observa en el esquema 2, la oxidación de la lignina, que se inicia por los grupos fenólicos, ocurre en la etapa 1 donde el dióxido de cloro se reduce a clorito. Además, a través de la reacción 11, el clorito es re-oxidado a dióxido. Por otra parte, el ión cloruro que surge, también en la reacción 11, es una indicación de que el ácido hipocloroso formado (reacción1) no reaccionó con un compuesto orgánico para producir clorados. En estás condiciones experimentales, pH ~ 3.4, se logra la total utilización del poder oxidante del sistema y la menor producción de clorados. Esto último se debe a que la concentración de Cl2 resulta despreciable y a que el único camino de cloración posible, a partir del ácido hipocloroso, es la siguiente[17] reacción de adición a los dobles enlaces no aromáticos:

>C=C< + HClO = clorhidrinas

Las clorohidrinas se hidrolizan[18] durante el mismo proceso de blanqueado o en etapas posteriores (tratamiento de efluentes) no constituyendo, en consecuencia, riesgo alguno.
. En la revisión realizada en el año 1997, Solomon et al (ref.9, b) presentaban entre sus mayores conclusiones que, la sustitución del Cl2 por ClO2, en el proceso de blanqueado, hacía que la mayor parte de los AOX (órgano clorados absorbibles) formados fueran solubles en agua, de baja lipofilicidad, y tuvieran una pequeña tendencia (o ninguna) a la bioacumulación. Como hemos visto en párrafos anteriores, la baja concentración de las especies clorantes es decisiva para la no formación de policlorados. Por lo tanto, la reducción de la cantidad de ClO2 utilizado es, obviamente, un factor clave para asegurarse que no se generarán tales compuestos. En efecto, el método presente de blanqueado, eliminó la presencia de dioxinas y furanos tetraclorados de los efluentes (ver ref.9 y trabajos alli citados).
Otra innovación significativa fue la introducción, antes de ingresar a la secuencia de blanqueado, de una etapa de pre-deslignificación con O2, la cual reduce la cantidad de lignina y, consecuentemente, la cantidad de dióxido de cloro requerido en las etapas posteriores.
El proceso de blanqueado que se utiliza, en la actualidad, se denomina ECF-light porque se realiza en varias etapas, en las cuales se usan diferentes reactivos, que conducen a un menor consumo de dióxido de cloro.
Figura 4



La secuencia básica de blanqueo se inicia con una etapa A consistente en una extracción ácida, donde se remueven metales de transición y/o HexA (ácido hexanurónico). Este último constituye una gran parte de los materiales residuales del pulpado (ref. 6). Las pulpas de Eucalipto pueden contener altas cantidades de HexA que consumen dióxido de cloro. En la siguiente etapa D se blanquea con ClO2 en medio ácido (55 -75 0C). Luego el tratamiento continúa con la etapa Eop. Esta es una extracción en la que se emplea NaOH y se añaden O2 y peróxido de hidrógeno (H2O2). A continuación se repite la etapa D (60-85 0C) y finalmente, en el paso P, se procede a un tratamiento con H2O2. Con este procedimiento se obtiene una pulpa de alta calidad, pero lo que resulta más importante es que el consumo de ClO2 es de 8 kg/Ton(ADP) [ADP = air dried pulp], cuando en el antiguo proceso de blanqueado con Cl2 se invertían ¡80 kg/Ton(ADP)![19]
El ajuste del pH se hace con NaOH y/o H2SO4. Prácticamente, el 100% del Na2SO4 formado se recupera y los efluentes, libres del mismo y neutralizados, se conducen a la planta de tratamiento de líquidos.
La secuencia de blanqueado es flexible y puede ser modificada, según el tipo de madera que se esté procesando, para obtener los mejores resultados.
En conclusión el método ECF-light asegura una muy drástica disminución de la concentración de las especies clorantes y la consecuente desaparición, de los efluentes , de especies policloradas. Podemos agregar que, en experimentos realizados agregando dioxinas y furanos a pasta sin blanquear, se comprobó que éstos eran destruidos durante el tratamiento con ClO2[20].

ORGANOCLORADOS NATURALES[21]
Varios miles de compuestos halogenados han sido identificados en ambientes naturales originados en síntesis realizadas por plantas terrestres, organismos marinos, bacterias, insectos, hongos y mamíferos. Además, procesos abióticos como volcanes activos, incendios forestales, reacciones químicas en la atmosfera, etc, también contribuyen a la formación de compuestos organoclorados dentro de la bioesfera.
El rango de sustancias cloradas naturales incluye desde simples alcanos como ClCH3 hasta alcoholes halogenados, cetonas, ácidos carboxílicos, amidas carboxílicas, aldehidos, epóxidos y alkenos. Muchas de las sustancias producidas en el blanqueado ECF son también formadas por la naturaleza (isómeros cloro fenólicos). Se ha demostrado que (ver ref.17) el 2,4,6-trichlorophenol[22] y su análogo metilado se forman, por acción microbiana, en las aguas ricas en humus.
La síntesis de compuestos halogenados, en presencia de los iones cloruro, bromuro o ioduro, por parte de organismos marinos, plantas terrestres, hongos, bacterias y mamíferos requiere de enzimas halo-peroxidasas. Interesantemente, los glóbulos blancos humanos contienen mielo-peroxidasa. Ésta, en presencia de cloruro, u otros iones de halógenos, y de H2O2 , rápidamente produce formas reactivas halogenadas que destruyen microorganismos invasores.
Un ejemplo de la formación natural de especies, persistentes y bioacumulables, de halogenados lo da la conversión enzimática de clorofenoles en PCDDs y PCDFs por la acción de la enzima peróxidasa (HRP) del horse-raddish (rábano rústico o Armoracia rusticana)(ver ref.17).
Una consecuencia natural, muy importante, de la formación biológica de compuestos orgánicos clorados es que deben existir, también, caminos para la biodegradación que han sido seleccionados y han evolucionado a través de muchos eones. Se sabe que el di y el tri-cloro-metano son degradados en aguas y suelos, que ciertos hongos degradan los cloro-fenoles y que AOX naturales o similares provenientes de una pastera ECF son foto-mineralizados en las aguas de algunos lagos[23].
En conclusión, muchos compuestos clorados son sintetizados y degradados en el ambiente por procesos naturales químicos y biológicos. Esta producción natural varía dependiendo del lugar geográfico. Además, hay organismos que han evolucionado en ambientes con importantes concentraciones “background” de órgano-clorados naturales. Muchos compuestos idénticos o similares a aquellos formados durante el blanqueado ECF son producidos en procesos naturales. Hay evidencia de que existen organismos que poseen mecanismos para una efectiva destrucción de sustancias cloradas. Por lo tanto, los compuestos clorados formados durante el blanqueado ECF no son resistentes a la descomposición en el ambiente o a la biodegradación. Los AOX provenientes de una pastera ECF pueden ser, finalmente, mineralizados fotoquímica y biológicamente, generando cloruro y CO2.
Se ha mencionado[24] la presencia de la 3-cloro-4(diclometil-5-hidroxi-2(5H)furanona (mutagen X o MX) en los efluentes de plantas ECF. Una sustancia que, los estudios de laboratorio con ratones y bacterias, han ubicado entre las condenadas por su capacidad mutagénica y genotóxica. En la lista que dicen haber consultado (en la ref.9b de este trabajo) no existe tal sustancia. Se encuentran, en cambio, otro par de furanonas que no poseen ese currículo. Sin embargo, si en aquel entonces -10 años atrás- aquella formaba parte de los efluentes hoy no lo hace. Es posible que el ECF-light no la genere o que se hidrolice (sustitución nucleofílica) en las etapas alcalinas. En rigor de verdad, el MX se ha detectado en el agua corriente tratada con ClB2B gaseoso y la concentración que dan en la ref.25 puede haber sido tomada de algún trabajo sobre el tema[25]. Diversas plantas y algas secretan furanonas halogenadas que interfieren la comunicación entre bacterias (quorum sensing process)[26], sustancias similares a las detectadas en algunos efluentes ECF. Es útil recordar aquí, que el tratamiento de efluentes cloacales tiene una etapa donde se utiliza Cl2 gaseoso y donde, seguramente, la formación de clorados es muy importante[27].
En el mismo trabajo se recuerda que durante el blanqueo se produce ClO3- (esquema 2) y se da por sentado que afectará el ambiente por sus acciones “herbicidas y formación de algas” (ver ref.24). En realidad, el ClO3- puede, en ciertos ambientes marinos, causar algunos efectos adversos sobre determinadas algas pardas[28], particularmente sensibles.
El clorato, si es ingerido en cantidades importantes, tiene efectos tóxicos[29] relevantes. No obstante, ha sido usado largamente en medicina como antiséptico y bactericida (difteria, faringitis, etc.) y en otras aplicaciones. Además, con él se trata el ganado bovino y porcino administrándole soluciones de clorato, por vía oral, para combatir la Eschierichia coli[30].
Es sabido que las especies ClO2, ClO2- y ClO3- se encuentran todas presentes en el agua para beber que ha sido tratada con Cl2. Sin embargo, el clorato no es detectado en los efluentes tratados provenientes de una “pastera” moderna. Esto se debe a la reducción biológica y/o química que convierte al ClO3- en Cl- , que se produce en la etapa secundaria del tratamiento (ver figura 4).

Recuerdo que -aún no terminábamos la primaria- acostumbrábamos a comprar, en la farmacia del barrio, comprimidos de clorato de potasio - venían dentro de una cajita redonda de aluminio- y una barrita de azufre. Molíamos ambas sustancias cuidadosa y separadamente. Una vez terminada esa tarea, las mezclábamos con ceremoniosa precaución.
Habíamos fabricado así nuestra propia pirotecnia. La mezcla explotaba por percusión.
Creo que la receta provenía de la tradición oral, frecuente en aquellos años sin Internet
.

TRATAMIENTO DE EFLUENTES LÍQUIDOS
Usualmente, los detractores de la industria de celulosa utilizan información des-actualizada (ref.24) o muy incompleta. Entre los aspectos fundamentales que, deliberadamente, suelen ignorarse se encuentran los sistemas, que las plantas poseen, para evitar la liberación (o disminución de la emisión a mínimos aceptables) al ambiente de algunas sustancias gaseosas, para recuperar gran parte de los reactivos químicos usados, para la disposición de residuos sólidos y para el tratamiento de los efluentes líquidos.
Nos concentraremos en el tratamiento de los efluentes que se vierten al río que es el tema central de este trabajo. No obstante, lo que sigue es una apretada síntesis. El lector interesado en una descripción más detallada puede consultar la bibliografía citada, en particular los estudios de impactos acumulativos (ref.7 y ref.31b).
El establecimiento destinado a la producción de celulosa que funcionará en Fray Bentos, poseerá una planta de tratamiento de efluentes[31] como la que se esquematiza en la figura 5. En ella se usará un proceso de tratamiento con lodos activados (AST) que consistirá de dos líneas paralelas, con tanque de aireación y clarificador secundario en cada una.
La planta de tratamiento de efluentes estará equipada, además, con un sistema de tres tanques de ecualización y seguridad. La temperatura de los efluentes al salir de estos tanques (50-60 0C) se irá reduciendo en una serie de torres de enfriamiento para llevarla a 30-370C. Además se ajusta el pH. Con lo cuál no se daña el lodo activado y los efluentes van al río neutralizados y a temperaturas adecuadas. Los tanques con lodos activados (Rotífera, Flagellata, Ciliata, Ameba, etc) contienen una zona anóxica (aquí se reduce el ClO3) y una etapa selectora. Finalmente, los efluentes se mezclan con agua del río antes del vertido para bajar la temperatura y minimizar diferencias de color entre los efluentes y el río mismo.
Figura 5


En este proceso se produce la remoción de hasta el 98% de la demanda biológica de oxígeno (DBO), de hasta el 80% de la demanda química de oxígeno (DQO) y la remoción de hasta el 65% de organoclorados (AOX). Por otra, parte la eficiencia en la remoción de los sólidos totales en suspensión (TSS) durante el tratamiento primario y secundario es de alrededor del 90%. Esto conduce a que los valores de esos parámetros estén todos por debajo de los límites de vertido definidos por las normas IPPC-BAT(2001) y las de Tasmania-AMT (2004).
Las conclusiones más importantes son las siguientes: a) los efluentes NO CONTENDRÁN DIOXINAS o FURANOS; b) los AOX producidos no son de alta toxicidad ,son degradables en el ambiente y no bioacumulables; c) los vertidos no contendrán cloratos.
Las conclusiones precedentes hacen injustificada la preocupación por el costo o la dificultad en la determinación de dioxinas (ref.24). Existen, por otra parte, protocolos internacionales sobre los procedimientos a seguir y un centenar de laboratorios en el mundo que los hacen.
A pesar de ello, vale la pena recordar que, actualmente, se están realizando los estudios de base (exigidos por la DINAMA uruguaya) entre los que se están midiendo dioxinas (~500 Euros cada análisis hecho en Finlandia). Además, el LATU (INTI uruguayo) se encuentra realizando el resto de los exámenes químicos en agua, en tanto que, el biólogo Jakka Tana (AF-Celpap) se encuentra a cargo de los estudios biológicos correspondientes.
Los resultados del Inventario 2001 de dioxinas y furanos[32] liberados por la industria -de todo tipo- en Argentina, hacen que la creación de un laboratorio en condiciones de efectuar tales estudios (nacional, binacional o MERCOSUR) sea una necesidad imprescindible para controlar tales emisiones. Por otra parte, existen un sin número de test biológicos que permiten evaluar la toxicidad de los efluentes[33].
Finalmente diremos que los monitoreos conjuntos no son una propuesta unilateral del Uruguay. Por el contrario, la Comisión Administradora del Rio Uruguay (CARU) estableció el Programa de Evaluación de Calidad de Aguas y Control de la Contaminación del Río Uruguay (PROCON)[34]. Este programa ha sido consecuencia del acuerdo, entre Argentina y Uruguay, establecido en el Acta Extraordinaria del 15 de mayo de 2004.

“Se ha dicho que el consentimiento de todos los hombres es una prueba de la verdad. ¡Vaya prueba! Todos los pueblos han creído en la magia, en la astrología, en los oráculos, en las influencias de la luna. Hubiera debido decirse, como mucho, que el consentimiento de todos los sabios era, no una prueba, sino una especie de probabilidad. Y aún así ¡vaya probabilidad! ¿Acaso todos los sabios no creían, antes de Copérnico, que la tierra estaba inmóvil en el centro del universo?
Françoise Marie Arouet ( Voltaire)


REFERENCIAS[1] Organization for Economic Co-operation and Development. Reune a los 30 países más desarrollados.
[2] Social Movements and Ecological Modernization: The Transformation of Pulp and Paper Manufacturing. David zzzA.Sonnenfeld. Development and Change [2002] 33, 1-27.
[3] Green and Competitive: Ending the Stalemate. M.E. Porter and K. van der Linde. Harvard Business Review [1995] Sep/Oct., 120-134.
[4] Desde enero de 2006 hasta el presente he escrito diversos trabajos de divulgación y artículos periodísticos sobre el conflicto por las plantas de celulosa de Fray Bentos. Han sido publicados en diversos medios gráficos y on-line. Se citan aquí sólo dos. M.Féliz, Industria & Quimica Mayo 2006 NP9P352 e Industria y Química, Agosto 2006 NP0P353. Otros pueden verse en http://personales.ciudad.com.ar/mfeliz/
[5] Review of New Source Performance Standards for Kraft Pulp Mills, EPA-450/3-83-017. [1983]
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[14] La empresa Alto Paran S.A (produce en Misiones 360 mil ton de pulpa) blanquea con ClOB2B y tiene su propia planta de generación. Celulosa Argentina, Cap.Bermúdez (SFé) está modificando sus procesos y la firma finlandesa KEMIRA se encuentra construyendo para CA una unidad de ClOB2B.
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Ver tambien ref.7.
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g) A Survey of Natural Organohalogen Compounds; G.W.Gribble in “Mechanism of Biohalogenation an Dehalogenation”, North-Holland, Amsterdam, The Netherlands, 1997.
h) Para referencias anteriores a 1998, ver ref.9 b).
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[24]¿Las fábricas de celulosa son realmente una amenaza para el ecosistema del Río Urgugua?. L.R.R. Cafferata y J.A.Caram. Industria & Química[2006] 354, 8-12.
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[31] a) ver referencia 7 y referencia 9b
b) Informe Ambiental Resumen.C.Faroppa y K. Annala.
[32] Inventario Nacional de Liberaciones de Dioxinas y Furanos Argentina 2001. Ministerio de Salud , Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable, Dirección Nacional de Gestión Ambiental.
[33] a) A biological index to predict pulp mill pollution levels. Shannon M. Bard. Water Environment Research[1998]70(1), 106-122.
b) Efectos de los Efluentes en el Medio Acuático. Jakka Tana. Seminario Internacional.
[34] Comisión Administradora del Río Uruguay. Plan de Monitoreo de la Calidad Ambiental del Río Uruguay en Areas de Plantas Celulósicas. Recopilación: Ing.Walter Isabella.