OTRA
VEZ SOPA O LA MALDICIÒN DE SÌSIFO
“Consequentely the world is ruled by fools, and the
intelligent count for nothing in the
councils of the nations.”
Bertrand Russell(1)
El conflicto por la pastera del Rio Uruguay nació
y se desarrolló a lo largo de la década ganada. Nuestro país, donde la polución
industrial campea sin reparos, acuso al Uruguay de contaminar el rio fronterizo
y de violar el tratado bilateral. Ese fue el empujón que convirtió un reclamo
ambiental en causa nacional.
Durante más de un lustro, piqueteros y
funcionarios violaron leyes internacionales (tratado del Mercosur), nacionales
y la Constitución Nacional. Todo parecía aceptable para una porción importante
de la población argentina basada en un nacionalismo anacrónico y de bajo costo.
Así pues, después de años de hablar de la unidad
latinoamericana, se patoteaba a nuestros vecinos, históricamente más ligados a
nosotros. Es inaudito que nuestro gobierno, con la complacencia de no pocos
conciudadanos, trate al Uruguay, en palabras de Sanguinetti (2),
como a una provincia opositora.
A pesar de las advertencias de seguro fracaso,
que hicimos algunos, se sometió la controversia al juicio de la Corte
Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya. El fallo, como era previsible, fue
adverso a la Argentina aunque, por cierto, muy ilustrativo.
La sentencia fue publicada a fines
de abril de 2010. Y, siguiendo las recomendaciones de cooperación, allí
vertidas, se hicieron un par de reuniones. La primera en junio en Anchorena,
Uruguay, y la segunda en Olivos, Argentina. En esta última se firmo un acuerdo
Presidencial por el cual se establecían directivas “para la constitución y funcionamiento del Comité Científico creado en
el seno de la CARU(3)…con
el fin de monitorear al Rio Uruguay y todos los establecimientos industriales,
agrícolas y centros urbanos que vuelcan sus efluentes al Rio Uruguay y sus áreas
de influencia.” Y en un párrafo posterior se aclara: “El monitoreo …comenzará con la planta de Botnia-UPM y la desembocadura
del Rio Gualeguaychù en el Rio Uruguay. Seguirá
en Argentina con establecimiento o lugar a elección de la parte uruguaya. A
partir de entonces, continuará alternativamente en uno y otro país”(4).
¡El acuerdo era excelente! Parecía
el inicio de un programa binacional, inédito en esta parte del mundo, que
podría llevar a un manejo serio y científicamente fundado del rio Uruguay.
Ese nuevo clima sería confirmado, en
un reportaje concedido al diario La República(5)el 22 de agosto de 2011, por canciller
argentino quien afirmaba: “El conflicto
con Uruguay está enterrado. La relación es y será óptima.”
En consecuencia, la afirmación del
escriba Verbitsky (6): “Uruguay pretende (hoy) mezclar el monitoreo
de la planta ordenado en la sentencia de La Haya con la Desembocadura del Rio
Gualeguachú en el Río Uruguay” es una nueva mentira de su cuño.
En realidad la CIJ, en el apartado 262 de la sentencia decía: (7)”La Corte es de la opinión que como parte de
su obligación de preservar el medio acuático, las Partes tienen el deber de
proteger la fauna y la flora del río. Las normas y medidas que tienen que
adoptar bajo el art.41(8)deben
también reflejar sus compromisos internacionales respecto de la biodiversidad y
la protección del hábitat, en adición a los otros estándares sobre calidad del
agua y descargas de efluentes. La Corte,
sin embargo, no ha hallado suficiente evidencia para concluir que Uruguay ha
violado su obligación de proteger y preservar el medio acuático incluido la
protección de su fauna y flora. Las actuaciones muestran que no se ha
establecido una clara vinculación entre las descargas de la planta Orión
(Botnia) y la malformación de rotíferos, o la dioxina encontrada en el pez sábalo
o en la grasa en las almejas registrados en el Programa de Vigilancia Ambiental
del Río Uruguay de Argentina.”
¡El gobierno argentino no pudo
probar, entonces, que la planta contaminaba! ¿Podrá hacerlo ahora?
Además, en el apartado final, “la Corte puntualiza que el Estatuto de
1975, pone a las Partes bajo un deber de cooperar entre ellas, en los términos
establecidos allí, para asegurar el cumplimiento de su objeto y fin. La obligación de cooperar trae aparejado
monitoreo continuo de un establecimiento industrial, como la planta Orión
(Botnia). En este sentido, la Corte observa que las Partes tienen una larga
y efectiva tradición de cooperación y coordinación a través de la CARU.
Actuando conjuntamente a través de la CARU, las Partes han establecido una real
comunidad de intereses y derechos en el aprovechamiento del Río Uruguay y en la
protección de su ambiente. También han coordinado sus acciones a través del
mecanismo conjunto de la CARU, de conformidad con las disposiciones del
Estatuto de 1975, y han hallado soluciones apropiadas a sus diferencias dentro
de este marco sin sentir la necesidad de recurrir a la solución judicial de
disputas prevé el art. 60 del Estatuto hasta que el presente caso fue incoado
ante la Corte.”
Parecía que todo había quedado claro y que a
raíz de ello se llegaba al Acuerdo de Olivos.
Desde entonces, entre el 20/06/2011 y 30/06/2013, se realizaron 25 monitoreas
conjuntos de la planta UPM.
Las actividades se desarrollaron
siguiendo las pautas establecidas en el Acuerdo y al finalizar cada monitoreo
se firmó un acta entre la DINAMA (9)
y el Comité Científico de la CARU. El ingreso a la planta de UPM, para colectar
las muestras, se podía realizar hasta doce veces al año. Un juego de muestras era
para la DINAMA, otro para el Comité Científico y otro se enviaba a Canadá, a dos laboratorios contratados a
sugerencia del Comité Científico. ¡Nada podría ser mejor!
Si todo está bien, ¿porque tenemos a
Timerpunk “ultimateando” al Uruguay?
El lector recordará que en los
primeros tiempos se hablaba de las dioxinas
y su capacidad cancerígena; de los compuestos
clorados y su toxicidad y finalmente de los nonilfenoles. Pues bien, deberíamos suponer que los nuevos datos
indubitables hubieran confirmado aquellas suposiciones. Pero no, por el
contrario, se estableció que nada de aquello fue cierto.
Entonces, ¿què está pasando?
Los
valores de los diversos parámetros controlados se comparan con la normativa de
referencia(10).
Sobre esa base los científicos uruguayos del Comité Científico llegan a la
conclusión de que las emisiones de UPM están dentro de los parámetros permitidos.
No obstante, los argentinos reclaman que la normativa se incumple para algunos: fosfatos, fenoles, en algún caso para níquel y/o cromo y finalmente
la temperatura de los efluentes vertidos al rio. También en un par de controles
se observa la presencia de endosulfán.
Los dos primeros fueron mencionados
en la presentación ante la CIJ por lo cual vale la pena ver que se dice al
respecto en su Sentencia. Empecemos por
la situación del FOSFORO (fosfatos).
En
el apartado 240 se dice: “Existe acuerdo
entre las Partes en que los niveles de fósforo total en el Rio
Uruguay son altos.” Esta concordancia existe hoy también la
cantidad de fosfatos que están disueltos en el rio son muy superiores a las
recomendables. La Corte continúa: “De
acuerdo con Uruguay, la cantidad total de fósforo (natural y antropogénico)
incorporado al río anualmente es de aproximadamente 19.000 toneladas, de las
cuales la planta Orión (Botnia) contribuye con unas 15 toneladas (en 2008) o
aún menos, como se esperaba para 2009. Estas
cifras no han sido disputadas por Argentina durante el juicio. Uruguay
sostiene además que ninguna violación de las disposiciones del Estatuto de 1975
puede ser alegada dado que las altas concentraciones de fósforo no pueden ser
claramente atribuidas a la planta Orión (Botnia) como la fuente, y dado que no
hay estándar para fósforo establecido por la CARU. Uruguay sostiene también que
basado en los datos proporcionados por DINAMA comparados con los datos de línea
de base compilados por DINAMA, se puede
demostrar que los niveles de fósforo
total fueron generalmente bajos después de la puesta en funcionamiento,
comparados con la línea de base de 2005-2006”.
En la actualidad la situación no ha cambiado
respecto de la contribución de la planta de celulosa, aunque es posible que la
cantidad de fósforo en el rio sea mayor por el aumento en el consumo de
fertilizantes. Efectivamente, en la Argentina el consumo de fertilizantes se
incrementó más de 10 veces entre 1990 y 2011 siendo, en este último año, de 3.7
millones de toneladas (nitrógeno y fósforo).
Siguiendo con la Sentencia del 2010
vemos, en el apartado 242, que “la Corte desea hacer notar que CARU no ha
adoptado un estándar de la calidad de agua relacionado con niveles de fósforo
total y fosfatos en el río. Similarmente, Argentina no tiene estándares de
calidad de agua para fósforo total…”
Finalmente, en el apartado 247, “La Corte considera que que la cantidad de descarga de fósforo total en
el río que puede ser atribuida a la planta Orión (Botnia) es insignificante en
términos proporcionales comparado con la cantidad global de fósforo total en el
río de otras fuentes. Consecuentemente, la Corte concluye que el hecho de que el nivel de concentración de fósforo
total en el río exceda los límites establecidos en la legislación uruguaya
respecto de los estándares de calidad de agua no puede ser considerado una
violación del art. 41 (a) del Estatuto de 1975 en vista del relativamente alto
contenido de fósforo total en el río antes de la autorización de la planta…”
Si se fuera hoy a la CIJ con los
argumentos exhibidos en el informe de la parte argentina (11) es seguro que recibirían un patadón.
¡No se puede creer! Pero, hay más.
Algo similar ocurre con las
observaciones sobre FENOLES. En efecto,
en el apartado 252, “La Corte también
desea notar que los datos de Uruguay indican que el estándar de calidad de agua
está siendo excedido desde mucho antes de que la planta comenzará a funcionar.
El Estudio de Impacto Acumulativo preparado en septiembre de 2006 por
Econometrix para la CFI indica que se había encontrado que los fenoles
frecuentemente excedían el estándar, estando los niveles más altos del lado
argentino del río.”
Como en el caso del fósforo la Corte
concluirá que “hay insuficiente evidencia
para atribuir un incremento, si es que lo hubo, en el nivel de concentraciones
de sustancias fenòlicas en el río al funcionamiento de la planta Orión
(Botnia).”
En este punto es necesario explicar
porque, con los mismos datos, el informe argentino dice que en todos los monitoreas
el fósforo supero los limites y los fenoles se excedían en 11 de 27 muestreos.
En tanto, los técnicos uruguayos dicen que en los efluentes de UPM los fenoles
nunca superaron los límites establecidos y el fósforo los superó en dos décimas
en la muestra del mes de noviembre de 2012. La causa de esta discrepancia es
que Uruguay compara con los límites que le ha establecido a los efluentes de la
planta y los argentinos con los niveles que debe tener el rio Uruguay. Esto
último es incorrecto, diría tramposo por que los técnicos argentinos no pueden
ignorar el error.
El efluente no debe afectar los
niveles permitidos para el rio, sin embargo ello no requiere que la concentración
en el caño de salida sea igual a la del rio. Afirmar eso es ignorar la dilución
que se produce al mezclar ambos flujos. El caudal que sale de la planta es de
700 litros por segundo y el del rio es de 5 millones de litros en la misma
unidad de tiempo. Ello implica que la concentración de fósforo o fenol que sale
por el caño disminuye unas 40.000 veces es decir se DILUYE en esa proporción no
modificando los niveles exigidos para el río.
Esta forma de presentar los datos
puede servir para confundir a los neófitos pero los técnicos de La Haya se
reirán en su cara.
Vale agregar que en el proceso para
obtener celulosa no se utilizan fosfatos ni fenoles. Las cantidades
insignificantes detectadas de estos últimos podrían provenir de la lignina de
la madera después de haber sobrevivido al proceso y al tratamiento de efluentes.
El fósforo también se obtiene de la madera. Las células tienen fosfolípidos en
las membranas y nucleótidos, poli nucleótidos y ADN. Todas esas sustancias
tienen fosfato en su composición.
No obstante las aguas del rio
Uruguay, Paraná y afluentes tienen fosfato en exceso debido a la actividad
agropecuaria. Los fosfatos y compuestos nitrogenados son fertilizantes imprescindibles
en la agricultura moderna. Centenares de miles de toneladas se usan en las zonas tributarias del rio Uruguay, desde el
sur de Brasil hasta Argentina (los mayores usuarios) con una contribución menor
de Uruguay. Agregamos que algunos detergentes también contienen fosfato en su
composición.
El exceso de Nitrógeno/Fósforo en
las aguas produce un fenómeno llamado eutrofización.
La abundancia de estas sustancias puede dar lugar a una exagerada proliferación
de algas. Este suceso puede ser repentino produciendo lo que se llaman
floraciones algales. En lagunas o cursos de poco caudal este fenómeno puede ser
de tal intensidad que cubre la superficie en forma total. Ello impide la
llegada de luz y consecuentemente la muerte y putrefacción de plantas del eco-sistema
ocasionando una disminución del oxigeno disuelto en el agua y en consecuencia
la muerte de peces.
Debido a la comparación incorrecta la parte
argentina también erra con los límites de níquel y cromo. Por lo tanto, al
menos esta vez no nos ocuparemos de ellos.
Vayamos al ENDOSULFAN. Aquí la
situación raya en la comedia. Esta sustancia es un insecticida usado en la actividad
agrícola. En el año 2011 se promovió la prohibición de su uso en muchos países.
Uruguay estableció la prohibición de compra/venta ese mismo año. En cambio
Argentina se comenzó a aplicar dicha prohibición a partir de julio de 2013. Es
decir que la Argentina estaba usando endosulfán sin restricciones y la
delegación de nuestro país hace un tema por haber hallado trazas en una pileta
que colecciona agua de lluvia dentro de la planta. ¡Una ridiculez! Por
supuesto, esa sustancia no se usa en la producción de celulosa.
Finalmente abordaremos la objeción del
gobierno argentino sobre la temperatura de los efluentes.
Con el aumento de temperatura
disminuye el oxigeno disuelto y en un punto la falta de oxigeno, como en la
eutroficaciòn, puede provocar muerte de peces.
En
el sistema de tratamiento de efluentes, de la planta de celulosa, hay una etapa
de digestión biológica donde la temperatura no puede ser superior a 37°C. Cuando el efluente llega
al rio lo hace a 32°C
(según los datos obtenidos por el Comité Científico). La delegación argentina
objeta esta temperatura argumentando que la temperatura media del rio Uruguay
es de 20°C y
por lo tanto la del efluente se excede.
Los autores del informe argentino
parecen ignorar aquello que nuestros alumnos de primer año de Química conocen
bien. Cuando se mezclan dos masas de agua a dos diferentes temperaturas se
produce transferencia de calor de la más caliente a la más fría y la
temperatura final depende de la diferencia inicial y de la diferencia entre las
masas. Por lo tanto si mezclo 700 kilos a 37°con
5 millones de kilos a 20°C el
aumento de temperatura en el rio será insignificante, en el orden de la
milésima de grado.
Pero eso no es todo. Cabe
preguntarse:¿Cómo se puede exigir que
los efluentes de UPM estén a 20°
cuando la normativa de la provincia de Entre Ríos permite que se viertan
efluentes a 45°?
Igualmente Buenos Aires y Neuquén establecen en sus
reglamentaciones el mismo límite. Y por último agrego que el estudio de impacto
ambiental de la Central Termoeléctrica a Carbón Rio Turbio , Santa Cruz establece
el límite de temperatura en 50°C.
Aguas que se arrojan a un arroyo llamado Rio Turbio.
Por otra parte es bueno recordar que, desde el Delta del Paraná hasta la ciudad de La Plata, sobre la costa bonaerense, tenemos dos centrales atómicas y al menos tres centrales térmicas que vuelcan sus aguas de refrigeración al rio. ¿A qué temperatura?
Por otra parte es bueno recordar que, desde el Delta del Paraná hasta la ciudad de La Plata, sobre la costa bonaerense, tenemos dos centrales atómicas y al menos tres centrales térmicas que vuelcan sus aguas de refrigeración al rio. ¿A qué temperatura?
El lector habrá notado que el
informe argentino no menciona los resultados obtenidos en la desembocadura del
rio Gualeguaychú ignorando el Acuerdo de Olivos. Daremos algunos datos que son
fidedignos aunque aún no sean públicamente conocidos en estas costas.
Como antes tenemos que tener en cuenta
las concentraciones y los caudales vertidos al rio Uruguay. Con esa precaución
vemos que pasa con el fósforo:
Caudal
de agua
Litros/segundo
|
Concentración
media
|
Total
fósforo vertido por segundo al Rio Uruguay
|
|
UPM
|
696
|
0.79mg/l
|
544,31 mg/s
|
Rio Gualeguaychú
|
1.561.000
|
0.36mg/l
|
561.960,00 mg/s
|
Es decir, la cantidad de fósforo que ingresa
al rio proveniente del rio Gualeguaychú es más de 100 veces superior la que
arroja UPM. De la misma forma se puede calcular que la cantidad de fenoles que
vierte Gualeguaychú es más de 200 veces mayor que la vertida por UPM. Es decir
que para equiparar la contaminación producida por el Gualeguaychú se necesitan,
al menos, 100 plantas como UPM.
Estos resultados son los que hacen
injustificable la oposición al aumento de producción de UPM. Con los incrementos anunciados
nada cambiaría en la salud del rio Uruguay. Los aumentos de producción fueron
informados por Uruguay en tiempo y forma. Y una vez más debemos recalcar que el
Estatuto del rio Uruguay no limita la soberanía de los países signatarios. Por
lo cual, estos no tienen poder de veto.
No quiero terminar sin recordar que
en el 2009 el presidente del INTI (12),
basado en determinaciones realizadas por esa institución, afirmaba: ”Hasta el momento no apreciamos
variación, ni a largo del tiempo, ni a lo largo del río, lo cual indicaría que
la planta está controlando adecuadamente sus efluentes y que los controles
uruguayos están funcionando.”
En estos días un senador de Entre Ríos(13),
dando otra muestra del impúdico uso político de la farsa, ha afirmado: “Si Artigas viviera se suicidaría al ver como lo traiciona
José Mujica”. Esta afirmación me
indujo a imaginar que habría dicho Artigas. Así que hurgando en la historia me
encontré con una carta(14)
que el Protector de los Pueblos Libres escribiera a quien sería Presidente de
la República de Entre Ríos, Francisco Ramírez, y de la cual me pareció oportuno
transcribir un párrafo:
“…Vuestra señoría ha tenido la insolente
altivez de detener en la Bajada los fusiles que remití a Corrientes. Este acto
injustificable es propio solamente de aquel que habiéndose entregado en cuerpo
y alma a la facción de los pueyrredonistas, procura ahora privar de sus armas a
los pueblos libres para que no puedan defenderse del portugués. Esta es una de
las pruebas más claras de la traición de vuestra señoría y de la perversidad
que se ocultaba en la Convención de Pilar; y no es menor crimen haber hecho ese
vil tratado sin haber obligado a Buenos Aires a que declarase la guerra a
Portugal y entregase fuerzas suficientes para que el jefe supremo y Protector
de los Pueblos Libres pudiese llevar a cabo esa guerra y arrojar del país al enemigo
aborrecido que trata de conquistarlo. Esa es la peor y más horrorosa de las traiciones
de vuestra señoría.”
BIBLIOGRAFIA
1.-Bertran Rusell, filósofo británico. Publicado en el Hearst Newspaper.
2.-Julio María Sanguinetti, expresidente del Uruguay.
3.-CARU, Comisión Administradora del Rio Uruguay
4.-Tomado del texto integral del Acuerdo firmado por Argentina y Uruguay para el Monitoreo Conjunto de la Pastera UPM y el río Uruguay.
5.-Diario La República de Montevideo.
6.-Diario Pagina12, 6 de octubre de 2013.
7.-Sentencia de la Corte internacional de Justicia sor el Caso de las Plantas de Celulosa sobre el rio Uruguay. Abril 2011.
8.-Se refiere al art.41 del Estatuto del Río Uruguay.
9.-DINAMA, Dirección Nacional de Medio Ambiente de Uruguay.
10.-Digesto sobre el Uso y Aprovechamiento del Río Uruguay (que reglamenta lo dispuesto por el Estatuto del Río Uruguay), y el Decreto 253/79 del Gobierno uruguayo y sus decretos ampliatorios.
11.-Informe elevado al Canciller por la delegación argentina de la CARU fechada 9 de octubre de 2013.
12.-Enrique Martínez, ex presidente del Instituto de Tecnología Industrial (INTI).
13.-Natalio Gerdau, senador provincial por Gualeguaychú.
14.-Carta de Artigas a Ramírez, de abril de 1820, Editorial Marcha, Montevideo, pag.185-186; en Norberto Galasso, Artigas y las masas populares en la Revolución, Cuadernos para la otra historia, 2000, Centro Cultural "Enrique Santos Discepolo.
1.-Bertran Rusell, filósofo británico. Publicado en el Hearst Newspaper.
2.-Julio María Sanguinetti, expresidente del Uruguay.
3.-CARU, Comisión Administradora del Rio Uruguay
4.-Tomado del texto integral del Acuerdo firmado por Argentina y Uruguay para el Monitoreo Conjunto de la Pastera UPM y el río Uruguay.
5.-Diario La República de Montevideo.
6.-Diario Pagina12, 6 de octubre de 2013.
7.-Sentencia de la Corte internacional de Justicia sor el Caso de las Plantas de Celulosa sobre el rio Uruguay. Abril 2011.
8.-Se refiere al art.41 del Estatuto del Río Uruguay.
9.-DINAMA, Dirección Nacional de Medio Ambiente de Uruguay.
10.-Digesto sobre el Uso y Aprovechamiento del Río Uruguay (que reglamenta lo dispuesto por el Estatuto del Río Uruguay), y el Decreto 253/79 del Gobierno uruguayo y sus decretos ampliatorios.
11.-Informe elevado al Canciller por la delegación argentina de la CARU fechada 9 de octubre de 2013.
12.-Enrique Martínez, ex presidente del Instituto de Tecnología Industrial (INTI).
13.-Natalio Gerdau, senador provincial por Gualeguaychú.
14.-Carta de Artigas a Ramírez, de abril de 1820, Editorial Marcha, Montevideo, pag.185-186; en Norberto Galasso, Artigas y las masas populares en la Revolución, Cuadernos para la otra historia, 2000, Centro Cultural "Enrique Santos Discepolo.
4 comentarios:
¡Excelente Mario!
Caminamos por los mismos carriles. Si te acordás de artículos viejos, uno de los temas que nos complicaba el calcular la descarga del Río Gualeguaychú como efluente era el no tener el caudal. Ahora con los nuevos datos podemos calcularlo y hacer todo tipo de comparaciones. En los tres últimos artículos en mi blog traté ese tema.
Un abrazo
Hola,
recuerdo, y, efectivamente será mas fácil ahora.
Estuve viendo tu blog. Volvere.
Profe Mario: Alejandro de Gral.Acha, La Pampa, lo saluda y no puede más que estar de acuerdo con ud. Nuestras autoridades nos hacen pasar vergüenza con los hermanos uruguayos.
Un abrazo.
Hola Alejandro. Gracias por tu visita.
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